sábado, 11 de junio de 2011

¡DE BODA A LO BRASILEÑO!

El sábado pasado estuve en la boda de mi amiga Livia. Livia es una chica brasileña que vino a Nueva York para estudiar un par de meses inglés, en la misma escuela que yo por eso nos conocimos, y no tenía ni idea que iba a conocer a un chico americano una noche en un bar del que se iba a enamorar y con el que se iba a casar menos de un año después.

Todos los amigos sabíamos que estaba con un chico pero cuando nos dijo que se casaba nos quedamos impresionados porque todo había sido bastante rápido pero nos alegramos mucho porque se les veía muy enamorados.

Estábamos invitados ocho de los amigos de la escuela de inglés, todos bastante divertidos, así que la boda sonaba muy bien.

La novia nos explicó que los padres del novio habían pagado toda la boda y que había sido bastante cara porque, para empezar, el lugar de la boda era una azotea con unas vistas preciosas de la ciudad en medio de Manhattan así que aunque comieramos pan con pan ya solo pagar el lugar...

Como siempre, no sabía que me iba a poner porque no tengo vestidos de vestir, en plan boda, en Nueva Yok porque cuando hago la maleta en Madrid no pienso que voy a tener una boda...Pero por suerte tenía el vestido de la otra boda a la que fui también aquí en Nueva York así que ese es el que me puse. Era gente diferente así que todos "¡Que guapa Marta!, ¡Que elegante!" y yo mas feliz que una perdiz por el hecho de no tener que haberme comido la cabeza para encontrar algo y por no tener que haberme gastado una pasta en un nuevo conjuntito.

A la ceremonia solo estaban invitados los familiares y amigos mas cercanos pero nosotros llegamos para la mejor parte, a lo mejor no la mas romántica pero si la mas divertida, cocktails, comida, baile...

Todo era super chic, no había cocacolas, vino o cosas así para beber durante el cocktail inicial, todo eran cocktails del estilo cosmopolitan, bloody mari y cosas así que la gente se pide pero que nadie sabe lo que tiene. Yo siempre elijo por el color, si tiene un color que me llama la atención, allá que voy. Tengo que decir que aunque son super cuquis y quedas muy bien con tu vasito en forma de v y con tu guinda yo soy mas de vino u otro tipo de bebidas pero bueno, yo me adapto y si hay que pedirse un cosmopolitan a lo sexo en Nueva York pues lo hago.


La comida que sirvieron para picotear estaba muy rica, todo super cuqui también. Nada de croquetas o canapés de salmón, mini quesadillas, pero minis minis que había que buscar primero con una lupa para localizarlas y luego cogerlas con pinzas de científico pero estaban deliciosas. Esto es lo que tiene la nueva comida moderna, aunque yo personalmente me quedo bailando, con mas hambre que los pavos de manolo vamos. Por suerte a una de las camareras, latina, le caimos bien y pasaba frecuentemente con mas comida.

Cuando la gente estaba mas borracha que un piojo, nos sentamos a cenar. Yo creo que la estrategia era que la gente se relajara un poco mientras comía y se preparaba para la segunda parte de la fiesta. Discurso de una amiga de la novia en inglés y luego en portugues, porque la pobre madre de la novia no entendía ni papa de inglés, y discurso del hermano y luego del mejor amigo del novio y un poquito de baile. Nada de primer vals, dándolo todo con Jennifer Lopez y Lady Gaga.


Por lo que nos explicaron después, la boda fue al estilo brasileño, mucha bebida, mucho baile, no mucha importancia en la comida, mas baile, un poco mas de alcohol, vamos que nos lo pasamos genial. No era la típica boda seria y formal de princesita, fue muy divertido porque la novia es super extrovertida y graciosa.

En cuanto a sus amigas, parecía que estábamos en la mansión de playboy...Unas bubies...Unos vestidos de gala...Unos maquillajes...Unos peinados...Unos bailes...Unos zapatos de tacón...parecían los zancudos de los circos eso si, una hora después casi todas con las chanclas de plástico de la playa, ¡¿donde está el glamour?! Vale, tengo que reconocer que después de tres o cuatro horas tuve que quitarme los zapatos de tacón que llevaba peeeero no me puse las chanclas para bajar a la playa, me puse unos zapatos de vestir pero bajos, claro que si comparamos mis tacones con los suyos...Algunas pasaron de medir dos metros a medio, fue gracioso, en ese momento no parecían tan espectaculares, o nosotras muertas de la envidia así quisimos verlo.

Una de las cosas que mas me gustó de la boda es que los novios pusieron un fotomatón para que nos hicieramos fotos con gorros, gafas, boas de broma y nosotros podíamos quedarnos con una copia y otra era para un libro para los novios en el que podíamos escribirles lo que quisieramos. Muy original y divertido. Si no fui veinte veces no fui ninguna :)


 
El dj era bastante bueno, ponía las mejores canciones del momento, todas las que quieres escuchar un día que sales de fiesta pero a eso de las nueve y media dijo "chicos, esto se acaba, última canción" yo miré el reloj sorprendida, ¡que corto! nos lo estábamos pasando guay así que cuando la novia nos dijo que se iba al hotel con su nuevo marido a "dormir" ¡venga hombreeee! nos fuimos de fiesta a otro sitio y nos dieron las tres de la mañana o mas.

Todos nos pusimos puntillo, bueno otros bastante borrachos pero nos lo pasamos muy bien la verdad. Una excusa perfecta para ver a los compañeros de la escuela.

Es curioso que en toda mi vida he ido solo a cinco bodas y dos de ellas han sido en Nueva York, sin duda experiencias únicas, nunca las olvidaré.

La próxima boda en Madrid, en agosto, la primera boda del grupo de amigas de toda la vida...¿será que me estoy haciendo mayor? ultimamente todo son bodas...


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